SuperSmoker se parece a un cigarrillo y se fuma como tal, pero no tiene lumbre, por lo tanto no se quema. Una empresa ha fabricado un aparato que simula ser un cigarrillo pero que, por no ser “técnicamente” un cigarrillo, puede esconderse en los pliegues de la reglamentación y burlarla.
El objeto en cuestión se llama SuperSmoker: parece un cigarrillo, se fuma como tal, pero no tiene lumbre, por lo tanto no “se quema”. El humo que produce es vapor de agua y aunque se promociona como “indefenso”, su contenido puede incluir nicotina. Según el fabricante no es nocivo para los acompañantes, eludiendo así el concepto de “fumador pasivo”. Como no tiene nada que “se queme”, las leyes no le alcanzan. De todas formas, antes de encender uno de esos cigarrillos electrónicos (batería por medio), recomiendan solicitar autorización. Fuente:LD
El objeto en cuestión se llama SuperSmoker: parece un cigarrillo, se fuma como tal, pero no tiene lumbre, por lo tanto no “se quema”. El humo que produce es vapor de agua y aunque se promociona como “indefenso”, su contenido puede incluir nicotina. Según el fabricante no es nocivo para los acompañantes, eludiendo así el concepto de “fumador pasivo”. Como no tiene nada que “se queme”, las leyes no le alcanzan. De todas formas, antes de encender uno de esos cigarrillos electrónicos (batería por medio), recomiendan solicitar autorización. Fuente:LD
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